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Maravillosa medalla de plata 950 con miniatura de San Francisco de Asís y Santa Rosa de Lima con cincelado y baño en oro. Mide 5,7 cms x 3,5 cms.
San Francisco de Asís
Nació en Asís (Italia), en el año 1182. Después de una juventud disipada en diversiones, se convirtió, renunció a los bienes paternos y se entregó de lleno a Dios. Abrazó la pobreza y vivió una vida evangélica, predicando a todos el amor de Dios. Dio a sus seguidores unas sabias normas, que luego fueron aprobadas por la Santa Sede. Fundó una Orden de frailes y su primera seguidora mujer, Santa Clara que funda las Clarisas, inspirada por El.
Ciertamente no existe ningún santo que sea tan popular como él, tanto entre católicos como entre los protestantes y aun entre los no cristianos. San Francisco de Asís cautivó la imaginación de sus contemporáneos presentándoles la pobreza, la castidad y la obediencia con la pureza y fuerza de un testimonio radical. Llegó a ser conocido como el Pobre de Asís por su matrimonio con la pobreza, su amor por los pajarillos y toda la naturaleza. Todo ello refleja un alma en la que Dios lo era todo sin división, un alma que se nutría de las verdades de la fe católica y que se había entregado enteramente, no sólo a Cristo, sino a Cristo crucificado.
Santa Rosa de Lima
Isabel Flores de Oliva nació en Lima (Perú) el 30 de abril de 1586, hija de Gaspar Flores y de María de Oliva. Fue bautizada en la Parroquia de San Sebastián en Lima por el sacerdote Antonio Polanco. Recibió la confirmación en el pueblo de Quives de manos del entonces Arzobispo de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo. Todos la llamaban Rosa porque según la tradición cuando era apensas una bebé su rostro se transformó en una rosa. Más adelante ella quiso llamarse Rosa de Santa María. Dedicó su vida a la oración, el sacrificio y la ayuda a los mas necesitados.
Murió a los treinta y un años de edad el 24 de agosto de 1617, fiesta de San Bartolomé, como ella misma lo profetizó. El Papa Clemente X la canonizó en 1671. Fue la primera Santa de América luego de producirse la primera Evangelización del continente americano. Hoy sus restos se veneran en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Lima (Santo Domingo) con una gran devoción del pueblo peruano y de América. En Lima se levantó un Santuario en su honor.
Recursos sobre Santa Rosa de Lima: